miércoles, 5 de noviembre de 2008

Lanzando un nuevo anzuelo

Hoy me gustaría hablar de otra nueva acción que podéis ir haciendo para enganchar a vuestra pareja. Esta acción también promete una respuesta rápida por parte de los hombres, aunque no me cansaré de repetir que esto es un tema a muy largo plazo.

Que haya resultados inmediatos no significa que estos resultados se mantengan si no seguís jugando con ventaja.

Así que vamos con el consejo de hoy.

Este consejo lo sabeis. Seguro. Lo habréis visto en algunas películas. Seguro. Incluso lo habréis oído de alguna amiga, compañera, o lo habréis leído en algún libro. Sin embargo, son muy pocas las mujeres que lo siguen.

Y a nosotros nos encanta.

Un día, de esos que pasas bastante tiempo con tu pareja, pero en la que no podreis quedaros solos, como ocurren en una excursión con mas amigos, o en una celebración, o similar, cuando esteis dos segundos a solas, o justo antes de encontraros con vuestros amigos, o de entrar en la sala donde se está realizando la celebración, acercaros a él.

Dadle un beso. Y mientras se lo dais, cogedle la mano. Llevarosla a la entrepierna, por arriba si es un pantalón, y por debajo si es una falda, y demostrarle que no llevais bragas.

Pero no le quiteis la mano en seguida. Dejadle dos segundos. Que se moje los dedos con vuestro coño. Que sienta que estais mojada. Que os haga calentaros un poco, mientras pasais la mano por encima de su polla, notando que está dura.

Despues, sonreidle picaramente. Quitadle la mano de vuestro coño. Llevaosla a vuestros labios. Lamedlos mientras seguis mirandole, sin dejar de sonreir.

En estos momentos, él no pensará mas que en una cosa: sexo con vosotras. Acercaros al oido, y decidle eroticamente... cuanto os estais calentando pensando en el próximo polvo. Y decidle cuando va a ser.

Es importante que luego lo cumplais. De esa manera, el estará todo el día pensando en ese momento, calentandose, y no se volverá histérico o nervioso por no saberlo.

viernes, 31 de octubre de 2008

Votos para los premios 20minutos

Solamente comentar una cosa. Ya he dado todos los premios a los blogs de 20minutos que podía. Supongo que eso significará que a partir de este post dejarán de llegarme comentarios (y correos) sobre que les vote o les deje de votar, y recibiré (poquitos, como hasta ahora) comentarios y correos sobre lo que va este blog, que es buscar la excitación en la pareja.

La verdad es que espero que una vez pasado el concurso el blog continúe por mucho mas tiempo, ya que si os leéis el primer post, mi intención no era presentarme al concurso (aunque pudiera parecer lo contrario por las fechas de creación).

Una vez dicho esto, me gustaría centrarme otra vez en el blog.

martes, 28 de octubre de 2008

Calentando... las

Hoy la verdad es que no he tenido un día muy bueno. Estoy cansado, algo fastidiado y con ganas de acostarme y dormir hasta mañana por la mañana.

Así que me siento bastante malvado. Y como me siento malvado, voy a daros un pequeño jueguecillo (a las mujeres que me leeis) para que lo hagáis la próxima vez que estáis solas en casa.

Lo primero, dejar claro que nada de autosatisfacerse al final. La idea del ejercicio (acordaros cuando hablabamos de ello casi al principio del blog) es conseguir un calenton tal que, desde el momento en el que termineis, hasta el momento en el que llegue vuestra pareja, no podais hacer otra cosa que pensar en el sexo, en acabar 'ya'. En pensar en un abrazo laaaaargo que acabe en orgasmo, donde cada centimetro de roce sea lo mas deseado de este mundo.

¿Vale?

Bien, empezamos. Coged un libro y el movil. Si estais en casa, incluso el inhalámbrico. Me da exactamente igual, la cuestión es que no tengais que moveros de la cama o del sofá al menos en tres cuartos de hora. Puede ser incluso el mando de la tele, o los crucigramas y un boligrafo. ¿Vale?

Ahora buscad un bote de champú, de crema, o incluso a vuestro 'amiguito' si teneis uno. La cuestión es que no pese mucho, que sea largo, y que al menos una punta sea suave. ¿Ya lo teneis?

Vale. Ahora id al sillón, o a la cama. Tiene que ser un sitio donde esteis tumbadas, donde esteis comodas, donde podais apoyar las piernas y tener las rodillas flexionadas. Coger el bote, el 'amiguito' o lo que hayais decidido utilizar, y el libro, el mando de la tele, los crucigramas, lo que sea. A partir de ahora, contad los tres cuartos de hora. Vale.

Ahora, quitaros los pantalones y las bragas. Tendreis que coger una mantita, porque ya empieza a hacer frio. ¿Estais desnudas de cintura para abajo? Perfecto.

Tumbaros bocarriba. Coger el libro, el mando, el crucigrama o lo que sea, y poneroslo al lado. Ahora coged el bote, el 'amiguito' o lo que sea y, muy importante, apoyarlo entre las piernas, de forma que la punta suave descanse sobre vuestros labios vaginales, o quien lo prefiera, sobre el clítoris. Ojo... solo la punta. Haciendo ángulo, el resto del bote tiene que apoyarse en la cama o en el sofá, no sobre vuestro no tiene que tocaros. Es decir, el único con punto de contacto del bote con vuestro cuerpo es el extremo suave.

Bueno, pues en esta posición, ahora, a leer, ver la tele o lo que sea, durante alrededor de tres cuartos de hora, con pequeños movimientos pélvicos cada cinco minutos, mas o menos.

Ireis notando, a medida que pase el tiempo, como el roce os va excitando. Acordaros que es muy importante no acabar. Y a los tres cuartos de hora, os vestis, y a esperar a la pareja.

:-D

Si, hoy me siento malo. Bueno, y si alguna quiere contar que le ha parecido, pues que lo haga, que bien recibido será.

Un abrazo.

viernes, 24 de octubre de 2008

Juegos juguetones

Hoy me gustaría retroceder unos pasitos hacia atras, para tratar un tema que creo que es fundamental cuando se trata de enganchar a tu pareja, y aunque no trata de nada en concreto, está relacionado con casi todos los post que he escrito o que voy a escribir en el futuro.

Se trata de jugar. De ser jugueton/a. De utilizar la malicia (ojo, malicia, no mala leche) para mantener un agradable toma y daca con tu pareja. El enganche viene con el tiempo, cuando te das cuenta de que la sonrisa, los jueguecillos, la compenetración que mantienes con tu pareja no vas a encontrarla en otra parte. Y es que la risa es muy sana. No solo para tu propio cuerpo, sino para el 'cuerpo' de la relación con tu pareja.

Obviamente, si lo piensas un poco, no siempre la sonrisa va a estar en tus labios ni en los de tu pareja. La vida es como es, y a veces hay problemas, hay pasión salvaje y desenfrenada, y hay otras cosas que hacer. Sin embargo, cuantas mas veces sonrias, mas facil te será sonreir las siguientes. Y cuando estas jugando, y a la vez estás practicando el sexo, o cuando estás jugando a juegos que te servirán para practicar el sexo, descubres que los juegos ayudan a crear y mantener la sonrisa.

Durante una relación larga, además, las sonrisas pueden ser de multiples maneras, y los juegos que las provocan infinitos (o mas :-D). Y es importante utilizar gran parte de ellos, e ir probando jueguecillos, que vayan desde las típicas cosquillas hasta cualquier tipo de actividad morbosa que se os ocurra y esteis de acuerdo. Y aunque hay parejas a las que el sexo zen les permite mantener una relacion larga y duradera, a la vez que satisfactoria (y me alegro por ellos), creo que a mi me engancha mas ver un gesto de picardía en los ojos de mi mujer y una mano que se escapa que cualquier elemento de trascendencia sexual.

Al final, cuando gracias a los juegos logremos reirnos con el sexo, habremos puesto otro eslabón en esa cadena compartida de deseo.

lunes, 20 de octubre de 2008

Los moviles II

Desde el post anterior a este nadie se ha atrevido a comentar ningún mensaje de los enviados. ¿Ha sido por verguenza? ¿Porque nadie se ha atrevido a hacerlo?

Estoy seguro de que alguna chica habrá dicho.... "oye, pues voy a probarlo", y luego, o no ha sabido llegar hasta aquí, o ha decidido no comentar lo pasado. En fin, una pena, porque me hubiera gustado saber que tal a ido.

Mas teniendo en cuenta este siguiente post.

Vereis... si pensais un poco en el post anterior, enseguida os dareis cuenta de que hay algo que se nos ha pasado. Hoy en día, muchísimos móviles vienen con una función que los móviles de antes no disponian.

La cámara.

Todo el mundo sabe que una imagen vale mas que mil palabras, y no hay nada mas excitante que descubrirlo, por ejemplo, con el cuerpo de tu chica.

Sabeis, porque ya hemos hablado en otro post de ello, que a nosotros nos gusta mucho mirar. Basta hacer una relación lógica entre ambos elementos (la cámara del movil y nuestra afición voyeur) para darse cuenta de que basta un par de mensajes al día para tenernos ansiosos por que llegue el momento en el que nos encontremos.

Sin embargo, aquí entra otro tema que me gustaría desarrollar mas adelante y del que ahora solo voy a dar unas pequeñas indicaciones: es importante, para conseguir que tu pareja te desee, que a medida que vayas enviandole mensajes, hagas un poco de juego con ellos.

Por ejemplo, puede ser igual de sensual y erótico enviarle un mensaje con la imagen de tus labios, con un pequeño gesto como si te los estuvieras mordiendo levemente con deseo, y una frase muy erótica del estilo: "en estos momentos, el deseo de lamerte con estos labios es tan intenso que cada pequeño mordisco me hace tener escalofrios de placer", que enviarle una simple imagen, sin texto, tomada en algún sitio con luz, desde las rodillas, hacia arriba y sin bragas.

Ambos son juegos. En uno, directo, le dices lo que deseas. En el otro, mas directo, no dices nada. Dejas que ambos sean mensajeros de tus deseos. Y dejas, con ambos, a tu pareja un poquito mas a tu merced.

sábado, 11 de octubre de 2008

Los moviles

Hace ya bastante tiempo un estudio estadísticos sesudos comentaba que un elevado porcentaje de personas había revisado los móviles de sus parejas para comprobar si estos tenían algún mensaje de algún amante.

Tanto en hombres como en mujeres.

Supongo que la idea sería buscar mensajes que esos posibles amantes hubieran enviado a sus parejas, bien eróticos, bien sentimentales. Y por otra parte, el mismo estudio no revelaba que porcentaje de esas personas habían encontrado algún mensaje de esos.

Personalmente, creo... que es una idea genial. No la de buscar mensajes en el móvil de tu pareja, sino la de enviárselos. Y, sinceramente, no entiendo porque los móviles de nuestras parejas no están a rebosar de mensajes de ese tipo.

¿Quizá porque nos da verguenza?

Hoy en día, los móviles permiten casi de todo. Desde enviar texto hasta enviar imágenes, vídeos, sonidos... y por supuesto, a nosotros nos permiten tomar fotos, grabar sonidos y grabar vídeos. ¿Porque no hacerlo?

La idea más triste que se me ocurre es pensar que un día lo hacéis, le enviáis una foto, un mensaje, un vídeo, y la primera idea que se le ocurre es que os habéis equivocado de destinatario. Y no podemos dejar que eso pase.

¿Hay escrito en algún sitio que tan solo los amantes puedan enviar mensajes de este tipo?

Hoy creo que ya va siendo hora de ir poniendo deberes: Un día de esta semana (si son mas mejor, pero tampoco os hagáis pesadas) me gustaría que enviaseis un mensaje a vuestras parejas. Una frase. Algo caliente. Algo que sepáis que les gusta, y que también os guste a vosotras. De momento vamos a comenzar solo con frases.

Por cierto... si os contesta y os pregunta algo, contestadle. No paseis de él, que eso es bastante desconcertante.

Y si de paso, lo comentáis por aquí (que les habéis escrito, que tal os ha ido, etc), os lo agradecería, ya que me gustaría darle un poco de movimiento al blog, y me encantan los comentarios.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Puta en la cama

Una frase que nunca me ha gustado, y que algunos (y algunas) enarbolan es esa que dice que una mujer ha de ser dama en la calle, ama de casa en la cocina y puta en la cama.

Otro día hablare de la primera y segunda parte de la frase, pero hoy voy a centrarme en la tercera:
"Una mujer ha de ser puta en la cama".

Creo que esta frase es un error bastante gordo, que predispone a la mujer contra cualquier actitud liberal que implique el disfrute del sexo. Como decía Woody Allen, el único sexo bueno es el sexo sucio, y es cierto. Pero el sexo sucio implica deseo, ganas de jugar, de divertirse, de experimentar, y de no tener miedo a ensuciarse.

En una pareja estable en la que se tiene confianza, además implica el no tener miedo a las enfermedades venéreas, por lo que existe una mayor libertad a la hora de disfrutar del sexo en todos sus campos. Oler a sexo, y dormirte oliendo al sexo de tu pareja. Jugar con los dedos, con la lengua, con el sexo, y recorrer pieles y recovecos donde encontrar cosquillas y placeres escondidos.

Es cierto que tener una puta en la cama implica tener a alguien que no va a cuestionar tus peticiones y que te va a proporcionar un desahogo rápido sin pedir nada (físico) a cambio. Sin embargo, es alguien que lo hace a cambio de una compensación económica.

Ojo, ya he dicho, y si no es así lo repito, que no creo que el sexo con amor sea mejor que el sexo por el sexo. Pero si creo firmemente que el sexo cuando los participantes tienen ganas de hacerlo y ganas de disfrutarlo es muchísimo mejor.

Pero muchísimo.

Pero eso es solo una parte que no me gusta de la frase. Luego está la otra. Que una mujer tenga que ser una puta en la cama implica una descripción despectiva de algo que no tiene porque ser despectivo. Que una mujer utilice el morbo, sea desinhibida, abierta y disfrute con el sexo no tiene porque ser algo despectivo. Contra todo eso se esta posicionando la mujer cuando se le indica que ha de ser "una puta en la cama", asociando una actitud natural y divertida a un intercambio de sexo por dinero frío, desapasionado y breve, pecaminoso e inmoral.

Y por último, y es algo que tampoco me gusta, la frase indica una obligatoriedad por parte de la mujer de satisfacer los deseos del hombre. Teniendo en cuenta que el sexo en pareja es un sexo de intercambio, donde ofreces y te ofrecen, dicha obligatoriedad esta completamente fuera de lugar.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Voyeurs

Y si somos exhibicionistas, también hay que reconocer que somos muy voyeurs. Nos encanta mirar. Nos encanta mirar a las mujeres, y cuando alguna se cruza por delante con alguna característica especial, nos gusta observarlas.

No me voy a meter en el tema de si a las mujeres les gusta que les miren o no. A nosotros si nos gusta mirarlas. Nos encanta mirar a una mujer con unos pechos grandes, o con el culo marcado por un tanga.

Nos da igual que sea hortera el tanga negro bajo un pantalon blanco. Si el tanga es de hilo, o si sube unos cuantos dedos por el borde del pantalón, lo observaremos con detenimiento. Nos da lo mismo que el sujetador sea de mentira. Si los pechos sobresalen a través del escote, los miraremos.

A veces, incluso no se trata de algo consciente. Estás mirando hacia un sitio, se cruza alguna visión que merece la pena y desvías la mirada. Otras veces, si es consciente, y se nota porque en los casos mas exagerados, puede ocurrir que se nos olvide lo que estábamos diciendo (y, cuando la relación con la persona que tenemos al lado es de amistad, o cercana, nos encanta bromear con esto, fingiendo haber perdido el habla).

Esto, que en principio podría ser interpretado como algo malo, es muy fácil de aprovechar por aquellas mujeres que tengan algo de picardía. Y es que si digo que nos encanta mirar, es que nos encanta mirar.

Y si no, pruebalo. Desnudate, y pasea por casa desnuda. Sal de la ducha, y ves a la cocina, si puedes paseando por delante de él. Juega con su mirada, sin dar a entender que te has dado cuenta de que sabes que te está mirando. Mas adelante te diré algunas cosas que puedes hacer, pero por ejemplo, algo muy simple es acuclillarte para coger algo del suelo, de manera que el hecho de acuclillarte marque la forma de tu culo, y se te abran las nalgas.

Es casi seguro que no verá nada, y que posiblemente no salte sobre ti desesperadamente (ya llegará, tranquila :-) ) pero ten por seguro que no dejará de mirarte.

sábado, 20 de septiembre de 2008

Nos gusta que nos miren

Vale. Aunque volveremos a esos temas mas adelante, podemos decir que ya tenemos las ganas y la actitud. Tenemos ganas de follar, y no tenemos vergüenza de hacerlo.

Vamos a realizar el primer paso para conseguir una total rendición por parte de nuestra pareja. Este es un plan a largo plazo, así que vamos a ir poco a poco, afianzando cada uno de los pasos, para continuar al siguiente.

Es muy posible que te encuentres con que tu pareja, después de seguir alguno de las cosas que vamos a comentar, tenga ganas de hacerlo. Eso no es malo, al contrario. Follatelo, haz el amor, lo que tu prefieras. Al final, de lo que se trata es de eso, de ir conociéndole sexualmente, por lo que ir descubriendo cosas poco a poco es lo mejor que te puede pasar. Malo sería si no pasase.

Bueno, que me distraigo...

Como dice el título, nos gusta que nos miren. No tienes mas que pensar un poco... ¿cuantos tíos conoces que se preocupen de correr las cortinas cuando están desnudos en casa? de hecho, ¿cuantos conoces que vayan en seguida a vestirse después de ducharse?

Nos gusta pasear desnudos. Nos gusta mostrar nuestro cuerpo, que nos miren, y que nos busquen. Nos gusta, en verano, tumbarnos en la cama o en el sofá en pelotas y dejar que el aire nos refresque. Nos gusta mirarnos en el espejo. Intentar sacar algún músculo, si lo tenemos, o sacarlos todos, si lo tenemos. Y, sobretodo, nos gusta que nos miren la polla.

Nos encanta.

Ya se que a algunas mujeres les resulta lo mas feo del cuerpo del hombre, pero eso a nosotros nos da igual. Durante años, hemos estado viviendo con ella. Hemos visto como crece, como se llena de vello, y por sus distintos estados diarios.

Y nos gusta. Es nuestra polla, ya sea grande, pequeña, gorda o delgada. Es la nuestra, y está ahí para que se le haga caso.

Si quieres empezar a trabajar en la relación con tu pareja, este ejercicio es muy simple. Mírale. Mírale cuando está desnudo, y sonriele. Demuéstrale que te gusta mirarle. Si está tumbado, acercate y observa su piel.

Si te apetece, mirale el pubis. Mirale la polla. Tumbate a su lado si está en la cama, o en el suelo si está en el sofá. Cogele la polla con cariño, y mirasela. Separa la piel de su prepucio, descapullala, y observa todos sus pliegues, su forma, su grosor... aprendetela de memoria.

Es posible que tras este ejercicio tu pareja te pida una mamada o al menos tenga ganas (si no lo has hecho nunca, seguro que lo hace). Hacerlo o no ya es cosa tuya, pero como te decía al principio, se trata de disfrutar.

jueves, 21 de agosto de 2008

El deseo

Otro elemento, importante, que se da por supuesto, es el deseo. Pero no solo el deseo por tu pareja. Sino el deseo por el sexo en si.

Dicho con otras palabras. Te tiene que gustar follar. Es importante (mucho) que te guste follar con tu pareja pero, sobretodo, que te guste follar.

Si. Lo se. Hacer el amor es lo mas bonito que hay en el mundo. Pero es que no se trata de eso. Se trata de follar. Y para eso, y parece increíble que lo diga, pero es que hay gente que no lo sabe, tienes que tener ganas de follar.

Muchas mujeres se ríen y hacen chistes por el hecho de que los hombres estemos siempre pensando en el sexo. No voy a negarlo. En muchas ocasiones yo mismo me descubro pensando en el sexo.

A veces, incluso durante el sexo.

Y en eso, los tios ganamos de calle a las mujeres. Porque cuando una persona piensa constantemente en el sexo, significa que tiene mucho camino ganado a la hora de practicarlo. Pensar en sexo, en las variaciones, en los distintos deseos, en los sabores, en como te sientes, como te gustaría sentirte, como te gustaría que se sintiese la persona que está contigo... todos esos pensamientos te predisponen. Te enfocan. Te hacen necesitar el sexo, buscarlo, provocarlo. Y no podemos negar que estamos constantemente pensando en el sexo.

Y eso te hace tener ganas de follar.

Mi primer consejo sería que si realmente tenéis ganas de 'tener ganas', penséis mas en el sexo. Ojo, he dicho 'penséis', a ver si ahora me voy a buscar un problema con alguna pareja. No es necesario que penseis en la escena completa, pero si en 'a mi de este me gusta'. Pensad en lo que os gusta del sexo, lo que os gusta que os hagan, y lo que os gusta hacer, y cuando encontreis a una persona que os parezca aceptable, pensad en todo lo anterior con esa persona.

Poco a poco ireis acostumbrando a vuestra mente a ir pensando mas en el sexo.